La tolerancia y el respeto por la diversidad son valores que deberían ser inquebrantables en cualquier espacio público. Sin embargo, Plaza Universidad, uno de los centros comerciales más concurridos de la Alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México, parece haber olvidado estos principios fundamentales. Recientemente, este centro comercial ha sido el epicentro de fuertes críticas y denuncias por parte de la comunidad Cosplayer y Otaku, quienes alegan haber sido objeto de discriminación y acoso por parte del personal de seguridad del lugar.
El Cosplay, una forma de expresión artística donde individuos se disfrazan de personajes de anime, manga, y otras facetas de la cultura pop, es más que un pasatiempo para muchos; es una pasión y una forma de vida. A pesar de esto, cosplayers que han visitado Plaza Universidad han reportado un trato discriminatorio, siendo rechazados en la entrada o tratados con sospecha y hostilidad, como si el simple acto de vestir un disfraz los convirtiera en una amenaza.
El incidente más alarmante es el tratamiento que reciben al intentar capturar momentos de su vivencia mediante fotografías, una práctica común en espacios públicos y más aún en un sitio que alberga un cine donde frecuentemente se celebran estrenos de películas de anime. A pesar de la falta de señalización clara que prohíba tomar fotografías, cosplayers han sido acosados y sometidos a abuso verbal por querer inmortalizar su asistencia a estas funciones.
Este trato discriminatorio no solo mancha la reputación de Plaza Universidad sino que también plantea serias preguntas sobre la ética y los valores de su administración y personal de seguridad. En una ciudad tan diversa como la Ciudad de México, ¿cómo es posible que un centro comercial imponga restricciones tan arbitrarias y se comporte de manera tan represiva hacia un grupo específico de clientes?
La falta de una política clara y el comportamiento de su personal no son solo una falla en el servicio al cliente, sino una violación directa de los derechos a la expresión individual y al respeto. La administración de Plaza Universidad debe revisar y rectificar sus políticas y la capacitación de su personal, además de emitir una disculpa pública y tomar medidas concretas para asegurar que este tipo de incidentes no se repitan.
Es imperativo que Plaza Universidad reconozca y aborde estos problemas de manera transparente y decidida. La comunidad cosplayer merece el mismo respeto y derecho a disfrutar de espacios públicos sin temor a ser discriminados o acosados. La cultura y el arte, en todas sus formas, deben ser celebrados y protegidos, no suprimidos bajo políticas de seguridad mal orientadas y ejecutadas.
Queda claro que Plaza Universidad tiene mucho que aprender sobre inclusión y respeto. Este no es solo un llamado a la acción para un centro comercial, sino un recordatorio de que en pleno siglo XXI, la discriminación en cualquier forma sigue siendo una batalla pendiente en nuestra sociedad.
Para finalizar, te compartimos un TikTok de la Cosplayer Novita en el cual relata su experiencia en dicho lugar:
@novitalegend 🚨 Me quisieron sacar de Plaza Universidad por tomarme una foto en cosplay #plazauniversidad #cosplay #storytime ♬ Horror, suspense, weirdness, ghost, UFO – Zassh