Hiro Mashima, un nombre sinónimo de dedicación y creatividad en el mundo del manga, ha cerrado un capítulo importante de su carrera con la conclusión de “EDENS ZERO”. Este manga, que debutó en junio de 2018, finalizó hoy con la publicación de su capítulo 293 en la Weekly Shonen Magazine. Durante estos seis años, Mashima no solo ha entretenido a sus lectores, sino que también ha mantenido una constante que pocos pueden proclamar: nunca ha tomado un descanso en sus 26 años de carrera.

Un Viaje de Constante Creatividad

Mashima comenzó su andadura en el mundo del manga en 1998 con “MAGICIAN”, un trabajo que le valió el 60° Premio de Nuevos Mangakas de la Weekly Shonen Magazine. A partir de ahí, no hizo más que ascender. Su primer gran éxito, “RAVE”, se lanzó en 1999 y no solo fue popular entre los lectores, sino que también se adaptó al anime. Sin embargo, fue “FAIRY TAIL”, serializado entre 2006 y 2017, el que cimentó su estatus como una leyenda en el ámbito del manga.

Multitarea y Versatilidad

Durante la serialización de “EDENS ZERO”, Mashima no se limitó a esta serie. También trabajó en “FAIRY TAIL 100 YEARS QUEST” y “DEAD ROCK”, demostrando su habilidad para manejar múltiples proyectos. Su participación no se limita solo a los mangas, sino que también abarca la creación de animes y videojuegos, mostrando su versatilidad y compromiso con el entretenimiento en múltiples plataformas.

Un Rendimiento Inquebrantable

Quizás uno de los logros más destacados de Mashima fue en 2013, durante la serialización de “FAIRY TAIL”, cuando publicó tres capítulos en dos semanas, sumando un total de 128 páginas. Esta hazaña es reflejo de su ética de trabajo y su capacidad para mantener una calidad constante en sus entregas, un verdadero testamento a su habilidad y pasión por su arte.

Vida Más Allá del Lápiz

Mashima ha revelado en entrevistas que, a pesar de su apretada agenda, mantiene un stock de manuscritos por si surge algún imprevisto de salud y logra equilibrar su vida personal con su carrera, dedicando tiempo a dormir y disfrutar de videojuegos, asegurando así un bienestar que sustenta su proceso creativo.